Contenido del artículo:
Ajoblanco de melón: El ajoblanco siempre ha inspirado cierto respeto a los que tenemos estómago de vampiro. ¿Un plato que tiene la palabra “ajo” en el mismo nombre? Buf, indigestión asegurada. Sin embargo, hay que perder el miedo, porque si no se abusa de este ingrediente, esta sopa resulta tan asimilable y poco repitiente que hasta la podrían tomar en Crepúsculo.
Reconozco que mis primeros contactos con el ajoblanco fueron a través de la marca Alvalle, que vende una versión muy suave y bastante digna ya cocinada. Como todo, si lo haces en casa, está mucho mejor y sale más barato. Mi versión incluye la novedad de incluir melón, una fruta que se suele usar como guarnición del ajoblanco, pero que yo he metido triturada en la propia sopa para darle un airecillo distinto.
En el siguiente párrafo vais a encontrar la receta completa de Ajoblanco de melón.

Ajoblanco de melón
Ingredientes
- 150 gr. de almendras crudas
- 1/3 de un melón grande
- 1 diente de ajo o más si se quiere más potente
- 2 cucharadas soperas de vinagre
- 2/3 de vaso de aceite
- Agua bien fría
- Sal
Elaboración paso a paso
- Pelar, despepitar y triturar el melón. Reservar.
- Escaldar medio minuto las almendras crudas en agua hirviendo para poder pelarlas.
- Triturar las almendras, el ajo, el vinagre, una pizca de sal y un poco de agua hasta que quede una pasta homogénea. Con la batidora, ir añadiendo el aceite poco a poco sin dejar de batir.
- Añadir el zumo de melón poco a poco removiendo. Por último, sumar el agua fría de la misma manera hasta que alcance la textura deseada (no muy espesa, tiene que ser parecida a un gazpacho líquido). Corregir de sal y vinagre, y meter a la nevera un mínimo de 2 horas.
- Si al sacarlo está demasiado espeso, se le puede añadir más agua poco a poco. Servir bien frío, en cantidades no muy grandes y, si se quiere, con una guarnición salada que contraste (jamón, gambas o almejas, por ejemplo).