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Tarta de cebolla caramelizada: A veces es sorprendente lo que se puede hacer en la cocina con los materiales más humildes, si se les sabe sacar partido. Esta tarta de cebolla debe de salir por un euro la ración, o menos, y para mí es tan deliciosa como tantos otros platos más lujosos.
¿El secreto? La caramelización de la cebolla, que consigue extraer todo el dulzor y el aroma tostado a la madre de todas las batallas de la cocina española, convirtiéndola en un producto absolutamente irresistible. Si a eso le sumamos una buena y mantequillosa masa brisa, ya tenemos una combinación perfecta para cualquier aperitivo, comida o merienda.
La receta es de mi cuñada May, que la tiene que hacer repetidamente por aclamación popular. De hecho, la tarta que veis en la foto es de ella, no mía… Pero doy fe de que la he hecho y de que es bien fácil. Mi versión tiene dos opciones: la masa preparada, para los vagos, y la hecha en casa, para los valientes que quieran ir un poco más allá en el sabor.
Cuando uso este tipo de masa, normalmente la horneo antes de añadirle el relleno, para que no quede cruda y esté un poco crujiente. Pero esta tarta en concreto sale muy bien sin necesidad de hacerlo.
En el siguiente párrafo encontrarás la receta completa de Tarta de cebolla caramelizada.

Tarta de cebolla caramelizada
Ingredientes
- Masa:
- Una placa de 250-300 gr. de masa brisa
- 200 gr. de harina
- 100 gr. de mantequilla bien fría
- 1 yema de huevo
- 1 pizca de sal
- Agua fría
- Relleno:
- 3 cebollas grandes
- 50 gr. de mantequilla
- 100 ml. de aceite
- 100 ml. de nata líquida no muy espesa 18% M.G.
- 2 huevos enteros
- 1 yema
- Sal y pimienta negra recién molida
Elaboración paso a paso
- Para la masa casera, arenar la mantequilla bien fría y cortada en cubitos con la harina y la sal en un bol (desmenuzarla con la punta de los dedos hasta que quede todo como arena gruesa). Añadir la yema de huevo y un chorrito de agua fría, y ligar. Tiene que quedar un poco pringosa. Hacer una bola sin amasar demasiado, filmar y meter en la nevera durante una hora.
- Estirar la masa con rodillo sobre una superficie enharinada. Forrar con ella un molde redondo de horno de unos 25 cm. aprox. y meter media hora más en la nevera. Reservar la masa que sobre.
- Poner en una cazuela a fuego suave el aceite, la mantequilla y la cebolla picada. Se debe hacer lentamente, removiendo de vez en cuando, hasta que coja un tono dorado, se deshaga y sepa dulce. Este proceso puede tardar media hora o más, dependiendo del tipo de cebolla. Paciencia.
- Precalentar el horno a 200 grados.
- Triturar en la misma cazuela la cebolla y mezclarla con la nata, los huevos, la yema, pimenta negra molida abundante y sal. Rellenar el molde con la mezcla. Si se quiere, se puede estirar la masa sobrante con el rodillo, cortar con un cuchillo unas tiras e ir poniéndolas en diagonal sobre la tarta para formar un dibujo de rombos. Si se hace, hay que pintar estas tiras con yema de huevo batida.
- Hornear 40 minutos.
- Se puede tomar caliente o fría, y acompañada por una ensalada verde o unas verduras salteadas.
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