Es muy fácil y rápida de hacer la tarta de queso, la mayor complicación que tiene y que es muy difícil de superar, es no comerse medio bote de dulce de leche. En mi boca aparecieron, sin saber de dónde venían, 4 o 5 cucharadas… misterio que aún no he resuelto 😛
Os tengo que confesar que hice dos tartas y os prometo que no fue para comer yo una entera y que la otra la repartieran entre los demás, sino porque la altura no me convencía…
Os lo explico. Resulta que cuando ves la receta, no te indica el tamaño del molde y, según las fotos, puedes intuir que es grandecita. Esperas que te quede alta y hermosa y que tenga un cierto parecido en altura a las porciones que, por ejemplo, ves en Starbucks. Pero, cuando viertes todos los ingredientes en tu molde, te das cuenta de que todo parecido con la realidad es mera coincidencia, y tu tarta tiene la altura de como mucho el sándwich que te comes a media mañana.
Así que, al final hice otra en un molde pequeño de 18 centímetros y conseguí lo que quería, que si tuviera que comer esta tarta directamente con las manos, tendría que abrir la boca bastante para poder darle un mordisco.

Mucha suerte a todos y gracias de corazón por este fantástico año.
¡Miles de besos!
TARTA DE QUESO Y DULCE DE LECHE SIN HORNO (molde de 18 centímetros)
PARA LA BASE:
- 150 gramos de galletas tipo digestive
- 75 gramos de mantequilla
NIVEL DE DULCE DE LECHE
- 250 ml de nata para montar
- 250 ml de leche entera
- 250 gramos de dulce de leche
- 3 sobres de quajada
NIVEL DE QUESO
- 350 ml de nata para montar
- 350 gramos de queso crema para untar
- 40 gramos de azúcar
- 5 gramos de gelatina neutra en polvo o 6 láminas de gelatina neutra
PREPARACIÓN
- Forramos la base del molde con papel de hornear.
- Trituramos las galletas y derretimos la mantequilla. Lo mezclamos con una cuchara hasta que parezca arena.
- Distribuimos esta mezcla en la base del molde. Para que quede nivelada, nos podemos ayudar con el culo de un vaso o una cuchara. Iremos haciendo presión sobre la mezcla de galletas distribuyendola por toda la base.
- Metemos al frigorífico mientras preparamos el resto de la tarta.
- Vamos a preparar el primer nivel de dulce de leche. Para ello, ponemos en una cazuela todos los ingredientes y calentamos a fuego lento hasta que hierva. Es MUY IMPORTANTE que no dejes de moverlo en ningún momento porque sino se te pegará al fondo y se quemará. Cuando haya llegado a ebullición (20 minutos aproximadamente), retiramos del fuego y dejamos reposar un par de minutos. Pasado este tiempo, lo añadimos con cuidado sobre el molde. Dejaremos que vaya enfriando a temperatura ambiente.
- Ahora preparamos el nivel de queso. Seguiremos los mismos pasos del punto 5: mezclamos todos los ingredientes en una cazuela, excepto la gelatina, y calentamos a fuego lento hasta que hierva. RECUERDA: tienes que moverlo constantemente. Cuando hierva, retiramos del fuego y añadimos el sobre de gelatina, mezclando hasta que esté totalmente disuelto. Si has utilizado láminas, las pondrás en remojo durante 5 minutos en agua fría antes de añadirlas a la mezcla. Dejamos enfriar durante dos minutos y después lo incorporamos a la tarta sobre la capa de dulce leche.
- Antes de que enfríe totalmente, haremos la decoración. Coge pequeñas cucharaditas de dulce de leche, ponlas sobre la tarta y con la ayuda de un palillo dale la forma que más te guste.
- Dejamos que enfríe a temperatura ambiente y después la tendremos en la nevera como mínimo 6 horas.
Y lista nuestra tarta de queso y dulce de leche!
NOTAS:
- Puedes poner los niveles como a ti te guste o incluso hacer tres capas alternando colores.
- Puedes darle color y sabor a la parte de queso, solo tendrás que añadir gelatina de tu sabor preferido.
- Lo ideal es consumir esta tarta de un día para otro.